viernes, 23 de noviembre de 2007

Purple Haze all in my brain


Creo que todo cambió desde el momento en el que escuché por primera vez Purple Haze.

Hasta entonces la música era sólo el acompañamiento de mis días, me gustaba, me emocionaba, pero no me llenaba. Cuando las primeras notas de Purple Haze llegaron a mi cerebro se produjo una explosión neuronal: mi cerebro chillaba, aullaba con la guitarra de Hendrix. Aquella músca, aquel sonido, iba más allá de las palabras, mucho más allá. Aun sin entender nada de lo que decían, la sensación de que aquello era la plasmación de un viaje alucinógeno era clarísima. La energía del rasgar de la guitarra eléctrica invocaba espasmos y enajenación en mí. No tenía ni idea de si aquello se bailaba o no, aquello había de sentirse, recorriendo cada sinapsis, fluyendo por cada arteria, electrificando todo mi espíritu.
Después descubriría The wind cries Mary, Foxy Lady, Hey Joe, All along the watchtower, y tantas otras fantásticas obras de The Jimi Hendrix Experience, pero todo eso fue ya parte del recorrido en busca de más guitarras que me extasiaran: Eric Clapton, The Who, ...

Jimi Hendrix forma parte de la más icónica tríada de estrellas muertas, las tres grandes J: Janis Joplin, Jim Morrison y Jimi Hendrix; la voz, el poeta y el trobador de toda una psicodélica generación.
Nació en Estados Unidos con sangre cherokee de su abuela recorriendo sus venas como Johny Allen Hendrix, su padre le cambió el nombre por el de James Marshal Hendrix, y volvió a nacer en Inglaterra como Jimi Hendrix.
Su muerte, como la de tantos otros iconos de la música, está envuelta en misterio (no está tan claro que muriera por asfixia causada por sus propios vómitos), pero su legado es el de alguien que brilló intensamente y que luego se apagó entre nuestras manos como una ascua titilante.

Nota: La imagen de arriba corresponde al biográfico cómic "Vodoo Child", ilustrado por el genial Bill Sienkiewicz.

2 comentarios:

Buen Salvaje dijo...

Excuse me while i kiss the sky!
Siempre enorme, Hendrix. No en vano es el mejor guitarrista de la historia, o eso dicen todas las revistas especializadas (aunque a veces parece que estén especializadas en decir gilipolleces con lenguaje soez).
Por cierto, ¿no habría que añadir la otra j tristemente muerta? ¡John lennon! sé que murió más tarde, pero joer, que dicen que me parezco, no me lo dejes en el tintero.

S.Parra dijo...

Pues tienes todo la razón, pero no sabría decirte porqué a Lenon no acabo de encuadrarlo con estos tres, no sé, era otro rollo.