Cuando compre este comic, alla por el 98, me quede absolutamente alucinado con el arte de Travis Charest. Sus conocimientos de fisionomia me dejaron perplejo, pero fue sobre todo ese estilo tan depurado enmarcado por un entintado fino y excelente, que con el toque de ser en su mayoria en blanco y negro nos da la sensacion de estar viendo un monton de fotos antiguas.
Los rostros, los rostros de Charest son otro factor a tener en cuenta, el estudio de cada uno de los rostros que sale en el comic es minucioso y trabajado, no como en otros autores que a veces te tienes que fijar en el peinado o el traje para diferenciarlos, porque siempre dibujan la misma cara. Charest tiene en mente cada arruga, la estructura osea y la mirada de cada personaje. No le da a un protagonista mas interes que a otro, los dibuja apasionadamente, dando a cada uno todo el arte que lleva.
Sin duda uno de los comics que mas satisface a la vista de ver una y otra vez.
2 comentarios:
Hombre, en la mente… Al menos esa página (no he leído nada del fulano) canta mucho a que el tío trabaja con fotos. Y ni un sólo fondo en toda ella, por cierto. ¿Están los personajes en el limbo o así?
Je, es cierto, como muchos otros dibujantes esta claro que hace uso de fotos, pero al menos este se lo curra mucho y da gusto ver el resultado.
Respecto a los fondos es cierto que a penas dibuja unos cuantos, pero tampoco es que el resultado "flotante" moleste mucho.
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